Japón sobresale en Turín

Este año ha sido redondo para el país del sol naciente en el campeonato mundial de patinaje artístico. En la modalidad individual femenina, la japonesa Mao Asada, de diecinueve años, se ha llevado la medalla de oro en dicho campeonato celebrado en Turín, Italia. Pero ésta no es su primera vez, pues ya se llevó el oro en Gotemburgo, Suecia, en 2008.

Por su parte, Daisuke Takahashi, de veinticuatro años, es el representante nipón que ha llevado la medalla de oro a su país de origen, convirtiéndose en el primer japonés en ganar dicha medalla en la modalidad masculina. Además de su brillante puesta en escena, le ha ayudado a conquistar el podio la ausencia de Evan Lysacek y el gran Evgeni Plushenko, para mí el mejor de todos los tiempos, junto a Alexei Yagudin.



La primera vez que Japón se llevó una medalla de oro fue en el campeonato celebrado en París, Francia, en 1989; desde entonces, de llevarse el primer puesto ha sido en la modalidad femenina. Por fin le ha llegado el turno a los varones gracias a Takahashi. Ya sólo le queda a este lejano país liderar el podio en la modalidad de parejas y la relativamente reciente modalidad de danza. ¡Ánimo, Japón!


Destacar que en el campeonato el madrileño Javier Fernández, de dieciocho años y residente en Estados Unidos, ha quedado en el duodécimo puesto, justo en la mitad de la final, lo cual tampoco está nada mal teniendo en cuenta que en cada certamen se va superando a sí mismo, como en el presente, superando con creces su mejor marca. La escenografía envuelta por la banda sonora de Piratas del Caribe ha sido impecable, salvo algún que otro fallo, como apoyarse en la mano tras un cuádruple lutz; pero, por lo general, ha hecho una gran representación que le ha dejado como el duodécimo mejor patinador del mundo. Una joven promesa, vestida de pirata, acaba de nacer para surcar cada uno de los mundiales de patinaje artístico de aquí en adelante. ¡Ánimo, Javi! ¡Déjanos en buen lugar!