martes, 26 de enero de 2010

El pacto


Ficha técnica:

Dirección:
Fernando Colomo.
Guión: Santos Mercero.
Reparto: Marina Salas, Macarena García, Diana Gómez, Georgina Latre, Denise Maestre, Vicky Luengo, Natalia Rodríguez, Gara Muñoz, José Luis Torrijos.
Fechas de emisión: Primera parte, el domingo 10 de enero de 2010; Segunda parte, el domingo 17 de enero de 2010.
Cadena de emisión: Telecinco.
Género: Drama.
Duración: 75 minutos aprox. cada capítulo.


Sinopsis:

En una ciudad costera, siete adolescentes compañeras de clase se quedan embarazadas al mismo tiempo, despertando el desconcierto tanto de sus padres como de los docentes y equipo directivo del instituto privado al que asisten. Todos intentan buscar respuestas a sus preguntas de cómo y por qué, pero las adolescentes no dicen nada, hasta que cuelgan en internet un vídeo dando alguna pista que, más que ayudar, desconcierta aún más a sus allegados...


Comentario:

No deja de ser sorprendente que, cuando uno cree que no puede ver más barbaridades en su vida, nos topemos ahora con un pacto tal y como el que Colomo refleja en esta miniserie que, en mi humilde opinión, deja mucho que desear.

Empezando por los actores, desconozco si alguno de ellos acaba de empezar o lleva muchos años en el mundo de la interpretación, pero a mi modo de ver ninguno de ellos me ha dejado de parecer lo que son, unos actores que no saben encarnar al personaje que interpretan. Las expresiones corporales y faciales de los adultos son continuamente las mismas, no importa la escena; se expresarán igualmente estén en un momento tenso en el que los gritos y las faltas de respeto son los protagonistas que cuando están cenando tranquilamente en casa. Quizá sean las niñas las que mejor se meten en el papel, pues están representando lo que son, unas jovencísimas adolescentes. Así pues, lo que en la interpretación respecta, a mi manera de ver, ninguno de los actores me merecen un mínimo aplauso que pueda levarles a lo más alto de su carrera artística.

Por otro lado, tenemos el mensaje final que quiere transmitirnos el minifilm, el cual yo interpreto que podría querer centrarse en el poder de la lealtad hacia una amiga que pasa por un momento difícil. Esto es algo digno de admirar, ya que las compañeras de María, una de las protagonistas, deciden ponerse literalmente en su pellejo para intentar que no la expulsen del instituto, pues ha quedado embarazada de su novio, quien la deja por no querer hacerse responsable de la criatura que venía en camino. Para ello, todas las amigas pactan quedarse todas encintas, de la forma que sea (en discotecas, en el propio instituto, etc.), y con quien sea, algo realmente horroroso a los ojos de alguien que ve el embarazo como algo serio, pues, más de uno estará de acuerdo conmigo, el traer una criatura al mundo no es un juego de niños, sino que hay mucho más de todo aquello que es lo bonito, ya que todo tiene sus pros y sus contras, y según la situación de cada uno habrá más pros que contras. El director del instituto, por su parte, no está dispuesto a dar una mala imagen del mismo, por lo que coacciona a los padres de la alumna encinta para que la saquen del centro a cambio de aprobarle el curso, algo que también me parece más que reprochable.

Y también está bien que Colomo haya querido mostrar que no es nada fácil para una joven estudiante de 4º de E.S.O. sacar adelante a un bebé. Pero esta idea queda ínfimamente reflejada en los últimos minutos del postremo capítulo, con una rápida barrida a la situación de cada una de las siete adolescentes, lo cual no puedo dejar de reprochar, pues la idea, que en sí está bien, queda bastante maquillada con otro concepto muy distinto, que es el de la imagen que da de los adultos frente a los jóvenes.

Si cogemos un catalejo, como diría el yeclano Azorín en su inolvidable Castilla, y miramos desde el punto de vista de los adolescentes, los padres son unos monstruos egoístas y déspotas que no comprenden a sus hijos, quienes lo único que quieren en la vida es disfrutar, algo que sus progenitores impiden con alevosía, y el director es peor todavía, pues en la serie queda como el malo de la película, nunca mejor dicho, ya que es su deseo preservar la imagen del centro privado que le da de comer a él y a su única hija, la cual es la única alumna de 4º de E.S.O. que no ha quedado embarazada y que amenaza a su padre con que puede hacerlo en cualquier momento, si es que eso le apetece. La imagen que nos da es la de una guerra en la que los adolescentes tienen todas las de ganar, frente a los adultos, crueles y hostiles, que llevan todas las de perder. Y no puedo pasar por alto la postura de los padres, sobre todo de las madres, cuando una hija le levanta la voz, la insulta o, simplemente, le odia. Es muy triste no poder hacerse respetar ante tu propio hijo, que no es más que un púber que aún no sabe orientar su vida, labor para la cual están los padres, y no los docentes, como muchos creen, pues debemos recordar que ellos son los encargados de impartir materias para lo cual han tenido que sacarse una carrera de la especialidad que sea, lo mismo da matemáticas que latín, no son un modelo de conducta a seguir, pues ellos únicamente son responsables de su vida privada; además, los docentes están una hora, o muy poco más, al día con los chavales, mientras que el resto del día están a expensas de sus padres, o tutores, y eso ya no es tarea del docente. De manera que la enseñanza, de una u otra materia, la imparte el profesor, y la "educación" se mama desde que se nace, es decir, es única y exclusivamente labor de los progenitores o, en su caso, del tutor. En lo que respecta a las protagonistas de esta historia, yo no he visto que ninguno de los padres hayan cometido ningún acto reprochable hacia sus hijos, sino todo lo contrario. Si algo hay que echarles en cara es la falta de autoridad y de respeto, y no quiero decir con esto que deban comportarse como unos fascistas en medio de una dictadura, pero a mí, personalmente, me horrorizaría pensar que algún hijo mío me hablase en el tono en que las niñas, porque no dejan de ser unas niñas, se dirigen a quienes les dan de comer, las visten, les dan un techo, les compran caprichos como móviles e internet, y tan sólo desean protegerlas ante la locura que han decidido cometer.

Siguiendo por otro camino, insisto en que la idea de la trama estaría bien para dar una idea a los jóvenes de lo duro que es criar a un hijo, pues sé de una muchacha, cuya identidad es mejor reservar, que, con tan sólo quince años, está deseando quedarse embarazada para cobrar los 2500 euros que el gobierno otorga a las alumbrantes, ya que considera que eso le bastará para independizarse de su madre, a la que odia por el mismo motivo que las protagonistas de El Pacto, y vivir por su cuenta, eso sí, en casa de su ex-novio, pues con la madre de éste se lleva mejor que con la suya propia. ¿Qué imagen le está dando esta miniserie a esta jovencita? Y no sólo a ella, sino a muchísimas chiquillas que vean la historia que Colomo ha dirigido.

La imagen que se da, pues, es la de, por poner un ejemplo, un capitán que permite que un galeón vaya mar adentro y deja que el timonel se duerma plácidamente, hasta que de repente despierta y se encuentra con el mar embrabecido y que, posiblemente, ya sea demasiado tarde para enderezar el timón. Con esto quiero decir que, más que arreglar esta sociedad que poco a poco va perdiendo los valores que antaño nuestros padres nos enseñaron que eran dignos de estimación, estamos perdiendo la noción de lo que es libertad frente a lo que es libertinaje, una confusión, que antes o después pagaremos justos por pecadores, y no me refiero ya al minifilm de Colomo, sino a todo lo que nos rodea; esta miniserie es, sin más, una gota más en un vaso que, tarde o temprano, acabará por desbordarse.

Puntuación: 3/10.

1 comentario:

  1. Ni la he visto ni la pienso ver. La miniserie está basada en hechos reales... ocurridos en Amércia, of course, y al menos ya lo han retratado allí en una serie: Bones, y personalmente, me quedo con ese único capítulo.

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