domingo, 24 de enero de 2010

El niño con el pijama de rayas


Ficha del libro:

Autor: John Boyne.
Editorial: Salamandra.
Título original: The boy in the striped pyjamas.
Idioma original: Inglés.
Año de publicación: 2006.


Sinopsis:

El editor ha preferido no hacer ningún adelanto sobre la trama de este libro, de manera que si aún no lo has leído y tienes pensado hacerlo te recomiendo no seguir leyendo, pues en mi comentario desvelo ciertos episodios del mismo, lo que se suele conocer en estos casos como spoiler.


Comentario:

Me recomendaron leer este libro asegurándome que se trataba de una obra maestra, que no me dejaría indiferente y que me iba a encantar. Pues a esa persona que me lo recomendó le contesto que ni una cosa ni la otra.

Hay gente aficionada a la lectura que creen que cualquier título que va acompañado del epíteto Best Seller ya es de por sí una obra cumbre y que debería ser equiparable a la Odisea o incluso a El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Pero no nos equivoquemos, no es oro todo lo que reluce, y, sea por los motivos que sea, cuando se quiere vender, se vende. Sin embargo, mi punto crítico me lleva a mi característico punto de vista escéptico y desde luego, tras haber leído El niño con el pijama de rayas, puedo decir que hoy en día a cualquier cosa lo llaman Best Seller.

Para empezar, el editor no quiere explicar en la contraportada al futuro lector sobre qué versa la historia, asegurándole que “estamos convencidos de que explicar su contenido estropearía la experiencia de la lectura”. Afirma, además, que este libro no es sólo para adultos, sino que también lo es para niños, “y sería recomendable que lo hicieran”. Vayamos por partes: no se agrede nunca a la trama de un libro cuando se explica un poco la sinopsis, pues ayudaría, asimismo, a encajar el contenido del libro dentro de una temática.

Dejando de lado que a mí de por sí no me gustan los libros sobre la Segunda Guerra Mundial (bastante tuve con El pianista del Ghetto de Varsovia, de Wladyllaw Szpilman), el susodicho libro quiere que experimentemos las sensaciones de Bruno, un niño de nueve años que acaba de mudarse y que descubre, cerca de su nueva casa, un lugar que no había visto nunca y que sus padres quieren ocultarle.

El autor intenta hablar por el muchacho, pero la historia la relata en tercera persona; esto es algo que a mí, personalmente, no me agrada mucho, pues hubiera sido más idóneo narrarla en primera persona, pero, al no ser así, el vocabulario, la estructura de las frases y las repetidas sentencias, como “mi hermana es tonta de remate”, dan lugar a una lectura demasiado simple, dejando mucho que desear; desde mi punto de vista, es el tipo de lectura recomendada a un niño que empieza a leer sus primeras palabras, y yo hace tiempo que dejé los cuadernos del parvulario.

En cuanto a la trama, no hay nada nuevo que aportar junto a lo que he dicho de la estructura del libro: lo que se vivió en la Segunda Guerra Mundial no se refleja en absoluto en este libro, sino una nimiedad de la misma, o, si no, compárenlo con el libro que he citado anteriormente. Si lo que quería el autor era que nos hiciéramos una idea de lo que fue esa gran tragedia, conmigo desde luego no lo ha conseguido, sino que más bien lo veo como una “burla” al querer simplificar tanto el horror de los horrores jamás vivido en la historia de la humanidad.


Si, pese a todo, quiere que los niños lean este libro, por la estructura no habrá problema, ya que, como he dicho, es demasiado sencilla, pero que no espere que los niños se hagan una idea de lo que fue aquello porque no lograrán hacérsela, sino que leerán los problemas internos de una familia alemana afín al régimen de El Furias, como lo llama Bruno, que podrían ser los problemas de cualquier familia de cualquier lugar (un padre de familia atareado por el trabajo y afanado en lograr méritos ante sus colegas, una madre que se siente abandonada y busca sustituto a su marido por las noches en los brazos de un subalterno de aquél, una hermana engreída y cegada por el amante de su propia madre en lo que al régimen hitleriano respecta y que abusa de su hermano al ser ella mayor que él).

Y digo yo, ¿cómo espera Boyne que un niño que se está iniciando en la lectura entienda lo que está pasando en aquel campo cercano a la vivienda de Bruno, si éste, que trababa amistad con Shmuel, uno de los “habitantes” de aquel extraño lugar y de su misma edad, no sabe que su amigo es uno de los prisioneros del campo de concentración y que su padre aspiraba a ser el máximo autor de los asesinatos que se cometían allí cada día?


Efectivamente, Boyne lo ha intentado y le ha salido bien la jugada al conseguir que atribuyesen a su libro el honor de ser Best Seller, ya que ha sido esto lo que ha hecho que vendiera tantos libros, por lo menos aquí en España (es lo que se suele llamar en filología un próteron hysteron), pero a mí no me ha conquistado, pues he leído libros mucho mejores que éste que se han quedado en la estantería de alguna pequeña tienda de barrio y que sólo unos pocos, y de casualidad, conocen, y que, por el motivo que sea, no han conseguido el ansiado título de Best Seller, quizá porque han preferido ser más honrados y no comprarlo, o tal vez porque no les ha llegado el dinero para tanto. Hay que pensar que la historia no siempre ha premiado a los que de verdad se lo merecían, y por citar a alguien bastante conocido al que le ocurrió esto mismo, y para que se vea que esto ocurre en todas las artes, evocaré la figura de aquel pelirrojo loco que en vida no vendió ni un solo cuadro y que un día, en un acto de locura, se cortó la oreja.

Puntuación: 2/10.

2 comentarios:

  1. Hola! He llegado aquí a través del blog de Binilla y tengo que decir que tu blog me gusta mucho, así que te afilio a "La biblioteca de Umi", te parece bien?

    En cuanto al libro, discrepo contigo. El autor intenta narrar el libro desde el punto de vista de Bruno, desde el punto de vista de un niño que no se da cuenta de lo que sucede a su alrededor y actúa como lo que es: un niño de nueve años.

    Si el autor hubiese escrito en primera persona puede que hubiese tenido más sentido el uso del lenguaje "simple", aunque yo no creo que eso sea algo malo del libro. Al contario, creo que esta es la gracia de "El niño con el pijama de rayas", que te hace ver el horror de los campos de concentración desde los ojos de un niño, algo así como "La vida es bella".

    Igual lo que le encuentras de malo en el uso del lenguaje es un problema de la traducción; yo lo leí en catalán y en algún momento no me gustó cómo estaban traducidas algunas partes. Sin embargo no pierdas de vista que se trata del punto de vista de un niño, y gracias a la tercera persona tenemos más matices, como lo que piensan la hermana o la madre.

    En cuanto a la etiqueta de "best seller", he leído "best sellers" mucho peores que este (no pude terminar "Crepúsculo", por ejemplo, y ese libro sí que tiene un lenguaje muy florido). "Best seller" no es sinónimo de "bueno", es un error en el que cae mucha gente, pero como tú dices, si quieren vender, venderán.

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  2. Hola nerina, muchas gracias por pasarte por aquí y afiliarme en tu blog. Me pasaré por el tuyo y así te afiliaré yo aquí.

    También debo agradacerte tu participación en el blog dando tu opinión. Lo bueno es eso, intercambiar puntos de vista y conocer las opiniones de los demás en ciertos temas. Me gusta mucho leer lo que pensáis sobre temas concretos (siempre y cuando se mantenga el respeto), así que me alegra mucho que os paséis por aquí y dejéis vuestras impresiones. Un saludo.

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